Las casas hablan, con su particular lenguaje, pero hablan.
El problema es que muchas veces no entendemos lo que quieren decirnos porque hablamos idiomas diferentes.
Mi trabajo como consultora de Feng Shui es descifrar, traducir y explicar lo que los espacios tratan de decirnos, para que podamos armonizarlo. Cuando lo hacemos, equilibramos todos los aspectos de nuestra vida.